Mientras el Covid abunda y las casas de champán están paralizadas, las vides continúan su ciclo vegetativo de una manera maravillosa. Con casi dos semanas de antelación, las vides están en flor en la Côte des Blancs. Gracias a una primavera particularmente soleada, las vides se expresan majestuosamente, con pocas enfermedades fúngicas. De hecho, debido a la ausencia de lluvias primaverales, el mildiú, el mildiú polvoriento y podredumbre gris son suscriptores ausentes. Un poco de consuelo para los viticultores de Champagne en este delicado período. El siguiente paso del ciclo en unos días es el cuajado. Cuando la flor se convierte en fruto y persisten las condiciones óptimas, el enólogo empieza a ver toda el alma de la casa en sus frutos en ciernes. Con la esperanza de que el granizo salve las vides, lo que no fue el caso en Burdeos este año. La cosecha promete ser temprana, hermosa y de gran calidad. Queda por determinar cuáles serán los rendimientos autorizados en Champagne este año; reunirse el 31 de julio, fecha del anuncio oficial.